Ya no tengo nada que perder. Ayer, tras no parar de dar vueltas al asunto de cómo actuar ... tuve dos intentos de contenerme, pero me miré al espejo y me prometí que esta vez iba a hacer las cosas a mi manera. ¿Para qué voy a reprimirme? ¿A caso estoy haciendo algo malo?
Creo que la vida me está devolviendo una oportunidad que hace muchos años que le pedí, y más vale tarde que nunca, y más aún ahora, que me sobran los dedos de una mano para contar amig@s. Ya no hay vergüenza, ya no hay ¿qué pensará? me da igual ... quiero dejarme ser yo misma por una vez, creo que me lo merezco y creo que él también lo merece; por eso cuando me apetezca mandarle un mensaje se lo mandaré, cuando me aptezca decirle que si quiere quedar conmigo se lo diré, y si le veo, le abrazaré ... como la amiga que nunca me deje ser.
me alegro de que las cosas te vallan mejor y de tu cambio de aptitud que seguro que te viene bien, ojala yo también tomase de vez en cuando una decisión.
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